Wayne trabaja con el «Centro de fusión» mexicano-estadounidense para rastrear a los sicarios responsables del reciente derramamiento de sangre. Isa ignora las órdenes de permanecer en la embajada y, en cambio, persigue una pista hacia el Cartel de Guerrero. Y Lalo pone en riesgo su carrera, luchando contra el presidente mexicano por el control de las investigaciones de narco.